CITOGENETICA HUMANA
¿Qué es la citología humana?
La citogenética
humana, hace referencia a los descubrimientos independientes sobre citogenética
de los científicos Tjio y Levan por un lado y Ford y Hamerton por otro. Ambos
confirmaron por su cuenta que la dotación cromosómica humana era de 46, XX en
mujeres y 46, XY en hombres (44 autosomas y los cromosomas sexuales).
El motivo por el
cual en aquella época no se había determinado algo como eso, es que las
técnicas citogenéticas no eran las apropiadas. No fue hasta 1952, que Hughes y
Hsu mostraron técnicas tales como el choque hipotónico (para una mejor
visualización de metafases), el uso de cultivos celulares, o la utilización de
colchicina para detener el proceso mitótico, cuando la citogenética humana como
tal comenzó a gestarse, ganando fuerza poco después.
Características
Para llegar a un consenso sobre las características del cariotipo humano, hicieron falta diversas reuniones como la de Denver (1960), la de Londres (1963), la de Chicago (1966) y la de París (1971), en las que se concluyó lo siguiente:
- Los autosomas se numeran del 1 al 22 ordenados por tamaños decrecientes y dentro del mismo tamaño por la posición del centrómero.
- Los cromosomas de tamaño semejante se agrupan en conjuntos denominados A, B, C, D, E, F, G.
- Los cromosomas sexuales se agrupan según su tamaño donde correspondan.
Caracterización
de cromosomas
Dado que algunos cromosomas dentro del mismo grupo pueden resultar difíciles de diferenciar, se recurrió a la caracterización de los mismos mediante técnicas de bandeo cromosómico. Estas técnicas consisten en el tratamiento de los cromosomas con diferentes productos químicos y su posterior tinción con colorantes, revelándose una serie de bandas exclusivas de cada cromosoma que permiten diferenciar cromosomas entre sí. Las técnicas más usadas son:
a- Fluorescencia
con mostaza de quinacrina y agentes relacionados.
b- Tinción con
Giemsa con diversos pretratamientos.
c- Técnicas
especializadas en la detección de heterocromatina constitutiva.
d- Tinción
inversa.
e- Uso de la
temperatura.
También, mediante técnicas apropiadas se ha llegado a conseguir lo que se conoce como "bandeos de alta resolución" aplicados tanto en el caso de bandas G como de bandas R y llegando a obtenerse incluso patrones de 2000 bandas por juego cromosómico haploide en profase media gracias a técnicas de sincronización de cultivos.
Fórmulas
cromosómicas
En cuanto a la nomenclatura y los símbolos empleados en las denominaciones de observaciones citogenéticas en humanos tenemos:
A, B, C, D, E, F, G para denominar el grupo cromosómico.
Números de 1 a 22 que representan los 22 autosomas diferentes.
X,Y para denominar a cromosomas sexuales.
para expresar individuos "mosaico".
para duda en la identificación de la estructura o del cromosoma.
Los símbolos + y – situados antes del número del cromosoma indican adición o pérdida de cromosoma mientras que situados después suele indicar variación de longitud. Con todo esto ya podríamos interpretar y construir lo que se denominan "fórmulas cromosómicas". Se trata de una representación del cariotipo de cualquier individuo con las anomalías que tenga si es que tiene, mediante la utilización de estos símbolos. Algunos ejemplos de fórmulas cromosómicas pueden ser:
47,XY +21 que sería un varón con una trisomía para el cromosoma 21, que se conoce como Síndrome de Down.
46,XX, t (2;6) (q34;p12) que sería una mujer con una translocación entre el cromosoma 2 en su región q34 y el cromosoma 6 en su región p12.
Una de las claves del gran avance que ha sufrido la citogenética humana en las últimas décadas el la mejora de la técnica de hibridación in situ con fluorescencia. Gracias a esta técnica, la citogenética clínica en humanos ha dado un gran salto y se ha hecho mucho más asequible y rápido el poder determinar anomalías cromosómicas de diversos tipos. Con los resultados de esta técnica podemos determinar en un grado más fiable, el tipo de gametos que formará un individuo y qué sucederá con la anomalía en su descendencia.
Filogenias de
humanos
Con todos los avances originados en la citogenética humana, una utilidad que se le encontró a estas técnicas y a estos progresos fue la caracterización de diferentes cariotipos de animales. Muchos de los estudios realizados al respecto se centraron en la caracterización de primates, y más en concreto de primates cercanos al hombre como Chimpancé, Orangután o Gorila. Tras conseguir caracterizar estos cariotipos, se compararon con el de humano, detectándose multitud de similitudes entre todos ellos y estableciendo relaciones filogenéticas entre diferentes especies relacionadas. Gracias a estos estudios se han observado, mediante las diferencias en los patrones de bandeo empleados, variaciones cromosómicas muy interesantes que permiten suponer algunos de los pasos ocurridos a lo largo de la evolución y que permiten veamos las relaciones con nuestros parientes vivos más próximos. Posteriormente, todos estos estudios comparativos llegaron hasta diferentes taxones.
Cariotipos
humanos anómalos
El desencadenante de esta parte de la citogenética que es la citogenética clínica humana es el descubrimiento de que el síndrome de Down estaba asociado a la existencia de un cromosoma extra (el cromosoma 21) en el cariotipo de los individuos que lo padecen. Esto sucedió en 1959, gracias a Lejeune et al.. A partir de aquí, se fomentó el interés de muchos investigadores que se volcaron en este campo con la intención de relacionar más enfermedades y síndromes con diferentes anomalías cromosómicas. Las anomalías cromosómicas pueden ser numéricas, si afectan al número de cromosomas del cariotipo, o estructurales, si afectan a la estructura de algún cromosoma. También debemos diferenciar entre las anomalías producidas en autosomas y las producidas en los cromosomas sexuales así como también son diferentes las anomalías que se pueden producir en varones y las que se pueden producir en mujeres.
Anomalías
autosómicas
Aparecen en 1 de cada 200 nacimientos vivos aproximadamente y suponen entre un 25 y un 30% de los abortos espontáneos.
Anomalías
autosómicas numéricas
Encontramos sobre todo trisomías y monosomías, ya que hay mucha limitación a la hora de que un individuo soporte este tipo de mutaciones, aunque también hay casos de triploidías y tetraploidías.
Trisomías
Trisomía del
cromosoma 21: también conocido como Síndrome de Down, se observa en 1 de cada
700 u 800 nacimientos de individuos vivos. Esta directamente relacionado con la
edad de la madre, siendo 35 años la edad crítica a partir de la cual se
incrementa la probabilidad de tener un hijo con síndrome de Down. Supone un
alto porcentaje de los casos de retraso mental en la población y se considera
que las mujeres que lo padecen son fértiles pero en el caso de los varones,
esta fertilidad está muy reducida.
Trisomía del
cromosoma 13: es el conocido como Síndrome de Patau, suele darse en 1 de cada
6000 individuos nacidos vivos y la vida media no supera los 2 o 3 años.
Trisomía del
cromosoma 18: conocida como Síndrome de Edwards, se da en 1 de cada 4000 o 7000
nacimientos.
Otras trisomías como la del cromosoma 8 o la del cromosoma 22 se han descrito en muy pocos casos con características de retraso mental y/o malformaciones craneofaciales.
Monosomías
Su frecuencia es altamente reducida en la población debido a su dificultad para ser soportadas en un individuo vivo.
Anomalías
autosómicas estructurales
Aquí se incluyen:
Deleciones
Síndrome del
maullido de gato: se trata de una deleción de la mitad del brazo corto del
cromosoma 5. Ocasiona deficiencias cardíacas, microcefalia y otra serie de
síntomas entre los que cabe destacar la alteración de las cuerdas vocales que
hace que los niños al llorar emitan sonidos en frecuencia de los maullidos de
los gatos.
Brazo corto del
cromosoma 18: es la deleción del brazo corto completo y produce retraso mental
grave.
Síndrome de boca
de carpa: en este caso es una deleción del brazo largo del cromosoma 18.
Cromosoma 21:
deleción de este cromosoma que también se conoce como "síndrome I de la
deleción del grupo G" y presenta el conocido como fenotipo antimongólico.
Cromosoma 22:
caso similar al anterior, conocido también como "síndrome II de la
deleción del grupo G".
Translocaciones e
inversiones
Se han detectado
en muchos cromosomas sin que tenga gran repercusión y existe la posibilidad de
que sean heredables. Los estudios que se han hecho en relación a estas anomalías
revelan que la frecuencia que tienen es muy baja siendo 0,174% para los tipos
de translocaciones y aproximadamente un 0,015% de inversiones.
Anomalías en
cromosomas sexuales
Se dan en 1 de cada 500 nacimientos de los que se han observado. Podemos diferenciarlas en:
En varones
Síndrome de
Klinefelter: su cariotipo es 47,XXY. Aparece en 1 de cada 400 nacimientos de
varones. En un 44% de los casos tiene origen paterno. También se han descrito
casos de individuos XXXY, XXXXY, etc.
Síndrome duplo Y:
se trata de individuos XYY, y son casos en los que parece haber indicios de un
comportamiento antisocial y agresivo asociado. Esta relación aún está por
probar. Se le ha estimado una frecuencia de 1 de cada 700 individuos nacidos
vivos pero también se ha hecho distinciones entre las frecuencias en diferentes
poblaciones. Al igual que en el caso anterior se han documentado casos de
individuos XYYY e incluso XYYYY.
Síndrome del
X-frágil: también se conoce como síndrome de Martin-Bell. Se puede manifestar
con diferentes intensidades siendo las más habituales moderada y severa y la
menos frecuente la de intensidad profunda. Después del síndrome de Down, es la
causa más frecuente de retraso mental asociado a anomalías cromosómicas,
presentándose en 1 de cada 1200 o 1300 varones. Es un síndrome ocasionado por
la aparición de cierto número de repeticiones de trinucleótidos CGG.
En mujeres
Síndrome de
Turner: presentan un cariotipo 45,X0. Su fenotipo presenta un infantilismo
sexual, siendo normalmente estériles. Se ha observado en 1 de cada 2500 recién
nacidas y se sabe que es responsable del 8 o 10% de los casos de aborto
espontáneo. Solo nacen el 2% de los embriones portadores de esta anomalía.
Triplo X: en 1 de
cada 800 nacimientos. Con cariotipo 47,XXX, pueden ser infértiles pero no es lo
habitual. Produce algunos trastornos en la mentstruación. También hay casos de
XXXX y XXXXX y en casi todos los casos, la trisomía es de origen materno.
Citogenética y
aborto
Al comenzar el estudio de las anomalías genéticas se pusieron de manifiesto frecuencias inesperadas en algunas anomalías y hasta tal punto que, en algunos casos, ni siquiera aparecían. Por ello se pensó que algunas anomalías podían suponer la inviabilidad del feto o de individuos en estadios más avanzados del embarazo.
Después de mucha documentación y de realizarse muchos estudios sobre abortos y nacimientos con anomalías cromosómicas se llegó a obtener lo siguiente: un 50% de los abortos espontáneos se produce por la presencia de anomalías cromosómicas; de estos, el 52% se debe a trisomías, un 18% a cariotipos 45,X0, en torno a un 15% se debían a triploidías, un 5% a tetraploidías y el resto se trataban de casos de anomalías cromosómicas estructurales.
Citogenética y
cáncer
Como es lógico pensar, cuando mejoró la citogenética humana y sus técnicas, también mejoraron y aumentaron los estudios y descubrimientos sobre el cáncer. Ya se había observado la presencia de anomalías cromosómicas en casos de cáncer, pero la aparición de técnicas como la FISH revolucionaron este campo de investigación.
Como resultado de los muy diversos estudios que se realizaron sobre el tema, se asimiló la idea de que las anomalías cromosómicas podían tener relación con el cáncer en cuanto a que podían funcionar como elementos represores o inductores en la expresión de oncogenes. Además de esto se obtuvieron una serie de datos interesantes como que, en general, podían considerarse más frecuentes en linfomas y leucemias las translocaciones y menos frecuentes las trisomías, mientras que en el caso de carcinomas, eran mucho más frecuentes las deleciones y menos frecuentes las inversiones.
Algunos ejemplos más concretos son:
Leucemia mieloide
crónica: se trata de una deleción del cromosoma 22 aunque también se han visto
casos de translocaciones con este cromosoma implicado.
Leucemias agudas:
en la mitad de los casos presentan anomalías cromosómicas de tipo aneuploidía
en células de la médula ósea.
Linfomas:
translocaciones en general (entre el 8 y el 14 en el caso, por ejemplo, del
linfoma de Burkitt).
Carcinomas:
deleción en el cromosoma 13 en el caso del retinoblastoma, pérdida o deleción
del cromosoma 22 en meningiomas, etc.
Mapas
cromosómicos
Consisten en la localización exacta de un gen en un cromosoma del cariotipo mediante diversas técnicas. Desde los primeros genes situados en los cromosomas humanos, ha pasado mucho tiempo, las técnicas han evolucionado y actualmente se han localizado gran parte de los 35000 genes que se estima que puede contener aproximadamente el genoma humano. De las técnicas más destacables por haber servido para gran número de localizaciones, cabe destacar tres:
Hibridación
celular somática: las bases de esta técnica son la hibridación entre líneas
celulares interespecíficas, y la posterior eliminación preferencial de los
cromosomas de la línea celular híbrida. Mediante esta técnica se puede
conseguir la localización de genes sobre cromosomas humanos aunque no obstante,
tiene sus limitaciones como el que solo pueda usarse con genes constitutivos.
Hibridación in
situ: esta técnica es un método de tipo molecular. En este caso se basa en la
desnaturalización y renaturalización del ADN hibridando con sondas específicas
marcadas y en la identificación del cromosoma y la región cromosómica sobre la
que se produce la hibridación. El marcaje de la sonda se puede hacer con
isótopos radiactivos (como se hacía en los inicios) o con fluorocromos. En el
caso de los isótopos radiactivos, se presentaba la dificultad de coordinar las
características de resolución y sensibilidad de la molécula pero eso se
consiguió solucionar con los fluorocromos, que son los que más se utilizan
actualmente.
Análisis de
restricción: al igual que la hibridación in situ, se trata de una técnica
molecular. Esta técnica consiste en la digestión del ADN con unas endonucleasas
de restricción en células híbridas con limitación de cromosomas humanos. Así
identificamos fragmentos correspondientes a clusters o grupos de genes
específicos. La separación de fragmentos se lleva a cabo mediante la técnica de
Southern. La ventaja de este último método está en su precisión y que no
necesita expresión alguna por parte de los genes, solamente la sonda
correspondiente.
Mapa cromosómico
mórbido humano
Se trata de la
representación del cariotipo humano figurando en el la localización de todos
los genes que supongan una enfermedad para los humanos. Para visualizar un
ejemplo basta con ir a fuentes bibliográficas relacionadas. Este mapa se va
actualizando con cada nuevo descubrimiento y quizá de aquí a algunos años se
consiga completar. Leer mas ...
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